La utilización de la luz artificial en la configuración espacial arquitectónica y urbana
Ante lo expuesto por David Caralt, nos logramos dar cuenta una vez más de la importancia del uso de la luz al momento de abordar una obra, indistintamente cual sea su escala. La luz, evidentemente hace potenciar en gran medida a la obra, brindándole expresión y carácter distintivo a esta, incidiendo en la sociedad mediante la aplicación de nuevas tecnologías y usos de este recurso (luz).
La Luz ah sido utilizada como una herramienta en la configuración del espacio desde las fases más primitivas, incidiendo en la forma y comportamiento de quienes hacen uso de ella. Así como también le brinda carácter y potencia a aquellas monumentalidades que carecen de una configuración espacial importante, y se enfrascan más bien en ser un hito. Transformado el espacio sea en mayor o menor escala. Es así como desde fases más tempranas se ha tratado de manipular este elemento, como por ejemplo dan cuenta de ello Los Fuegos Artificiales en la cultura China o ya en la Europa de la Edad media. Transformando el espacio público de la ciudad, llamando la atención de las masas, convocando a las multitudes.
De Acuerdo a lo anterior la Luz también actúa como Configurador del espacio urbano, en tanto que condiciona el comportamiento de quienes habitan la Urbe, esto, por que es capaz de potenciar, dar vida e intervenir en la forma de cómo concebimos una obra o la ciudad, ante la la diversidad de cosas y eventos contradictorios que la rodean (tiempo, el día y la noche, lo amable y lo excesivo, etc).
Estas condicionantes llevan a que la tecnología de la luz avance hacia nuevos horizontes, surgiendo la Luz Artificial como una respuesta frente a los cambios en la forma de proyectar de el hombre hacia el futuro, ya sea evocando imágenes y sensaciones de capítulos pasajes crudos de la historia del hombre o bien exacerbando la utilización de la luz mediante la añoranza de una mayor calidad de vida de quienes habitan en la metrópolis, así como transformar y ver una obra inserta una ciudad que actúa como un fondo de esta, por cuanto, de día ésta puede tener un carácter, y en la noche tiene otra peculiaridad, pero cuando se le es incorporado luz artificial, explotan aquellas características que no pueden ser vistas o siquiera apreciadas en ninguno de los dos casos, extendiendo quizás un espacio que no funcionaba de día, pero de noche, con el aporte de la luz artificial, es capaz de evidenciar otra cualidades que provoquen la fascinación en la Sociedad expectante que contempla la noche urbana. Es así como entendemos el Actuar Nocturno de la Metrópolis.
Arquitecto por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC, Barcelona, 2005), completó su formación en Historia de la Arquitectura en la Universitá degli Studi Roma. Es Master en Teoría e Historia de la Arquitectura (UPC, 2008), y actualmente está escribiendo su tesis doctoral sobre la estética del nocturno de Barcelona en 1929, tema sobre el cual ha publicado el libro Agualuz (Siruela, 2010). Ha obtenido becas de la Fundación Caja de Arquitectos y del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de la Generalitat de Cataluña y ha realizado investigaciones en archivos de Cuba y Chile. En 2008 y 2010 respectivamente, ganó el Premio Jóvenes Arquitectos del Colegio de Arquitectos de Cataluña por sus artículos. ha compaginado siempre la docencia universitaria con la restauración y rehabilitación del patrimonio arquitectónico.
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